Hola, me llamo Ángels.
Hace quince años me diagnosticaron una patología depresiva aguda, tenía treinta y cinco años. En todo este tiempo he probado todos los fármacos existentes en el mercado sin éxito alguno. Llegue a tomar dieciocho pastillas diarias, pero la enfermedad no mejoró, fue empeorando.
Al principio de cada nueva medicación los síntomas parecían remitir pero en cuanto mi cuerpo se acostumbraba a la química se producía la caída en picado.
Ya sabéis, ansiedad, angustia, desesperación, dolor, perdida de los servicios mínimos, apatía, desconsuelo, ganas de morir,...
sentimientos extremos, ciclotimia bipolar.
Durante los primeros años me negué a tomarme esto como una enfermedad,
creía que era cosa mía, un fallo en mi sistema sin ningún virus agresor.
Con el tiempo tomé conciencia de mi estado y tuve claro que mi voluntad y las pastillas no eran suficientes.
Cuando por fin empecé a creer que no toda la culpa era mía me cayó como una losa la incomprensión social, por si no tenía suficiente con lo mío me vi obligada a justificarme y dar explicaciones a los demás.
Casi todo el mundo me dio la espalda, me hicieron sentir débil y me asqueó. La debilidad si no es en uno mismo parece ser intolerable, quizás de miedo el reflejo y por eso provoque enfado o rechazo.
No recuerdo como empezó ni como se desarrolló, ni siquiera recuerdo porque estoy aquí. La verdad es que me encuentro de puta madre.
Hace cinco meses tuve una recaída bastante grave, parece ser que me llevaron al Hospital de San Pau y allí tomaron la decisión de aplicarme una terapia de choque a base de electroshocks. Y digo parece ser, porque no recuerdo absolutamente nada.
A raíz de las descargas parte de mi memoria desapareció y con ella los síntomas.
Tras dos meses de ingreso me dieron el alta. No sé porque estoy aquí, lo he olvidado.
Me encuentro mejor que nunca y os animo a todos a pasar por el hospital a que os den unas descargas. Mano de santo, oye.
Se despide del grupo con una enorme sonrisa, viva el electro, viva el electro!!!.
Sale sola por la puerta principal.
Se oye un frenazo brusco y un fuerte ruido de impacto.
Válgame, se ve que también se le olvidó como cruzar...
miércoles, 4 de febrero de 2009
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4 comentarios:
Wow!
Bravo!!!
Que bien escribes nena, me alegra que lo hagas más a menudo por estos lares. Gracias por tu regalo de cumple, me gustó mucho, lo he leído varias veces, impreso y colgado en ese lugar donde se cuelgan las poesías en casa: en el WC.
Te quiero
Diana
Pues ami me pones perra a la luz de la luna llena.
Qué más filosófico y poético que eso.
Ginber
Anónimo, ya nos cruzaremos...
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