jueves, 9 de septiembre de 2010

Un brote, dos brotes, tres brotes…

Nunca se cuando va a suceder, ni mucho menos como pararlo.

Esta vez el detonante es una frustrante conversación vía sms como un desquiciante darme de cabezazos contra la pared, una quinceañera sensación de transparencia en la casa que me guarda, susceptible perdida- quizás en furtivo e insoportable ataque de mamitis aguditis-, un pastel que creí acabado paranoica con el mundo, un despertarme con el grito de un nombre envuelto en alegres y sanotas carcajadas anunciando un feliz olvido que no sé muy bien porque, no me deja –irracional- de escocer.

Preveo desde el principio cada paso y en fase de brote uno –post lunática perdida- me revelo enfadada, me echo las manos a la cabeza sin dar creditito hasta que empiezo a desbordarme indignada y se me llevan los demonios calentita mix, vuelve y revuelve el horror de dunwich y acompañándolo de cara a la pared un pupurri entre auto-negligencia, desgana, rabia y humillación que me hace vomitar dos lagrimones cabrones merecidos –con cariño- por idiota.
Me siento insurrecta a subir serotonina bajo el sol. Abro un cómic y me pierdo, olvido porque canturreaba loca esta mañana la alarma de mi móvil, asiento la resaca de vino, de porros, de ron, olvido que aún tardaré en recuperar una parte de mi y mientras, respiro despacio hasta lograr contener los latidos del corazón.
Cuando creo haber recuperado la calma vuelvo a casa y ya casi esta recogido el mantel del salón, -no pasa nada, no te rayes, ya eres mayor-, pero las sobras en la cocina me miran frías y me psicotizo ipso facto en pleno ataque de morriña fever, se enciende el pilotito de brote dos. Mejor me voy a dormir un rato, no sea que exploté enloquecida y sin razón. Me atizo un porro mariano y ruedo por el colchón.

Abro el ojo, -enrojecido y pegado por la exaltación de autocompasión que me dio por soltar antes de perderme en el lúcido caos del subconsciente-, siento hambre y consciente del resacón, –putas lágrimas cabronas-, vuelvo a la carga e intento mantenerme sobria y subir. Mi voz, una caverna al escucharme a mi misma diagnosticarle anorexia a la nevera, delata un trastorno incipiente, -ya ejerzo mañana de marujita, es tarde y no me meto ni muerta en el super con su puta, aséptica y maligna iluminación-.

Me tiro a la calle a despejarme, voy a buscar a mi chica que me pasea a mi ritmo, terca y sólida, sin necesidad alguna de hablar.
Aterrizamos en uno de mis refugios secretos dónde a veces paro a repostar, da igual el color de mis ojos sin luz.
Y me siento allí a comer algo, a leer, a subir, a pelearme en necesario aislamiento con mi herencia genética y mi mala educación. Como, bebo y sin más, desaparezco.
Ajena a todo, una proposición desde la mesa de al lado me devuelve a la realidad y salgo de Brooklyn en plenos lisérgicos y bulliciosos años sesenta para darme de bruces con un tipo de esos, -de barba descuidada y dura-, que me van, ofreciéndome, -solos en la terraza-, una cerveza más. Declino la oferta con algo que creo es una sonrisa y me sumerjo de nuevo en mi otra ficción,-aunque me lo pienso, para que negarlo, mis últimos líos han sido un absurdo total-. Zas!,videoloop.
El bar cierra temprano, aún no quiero volver así que me siento a leer cerca de una farola, fumo, pienso, me pongo triste. Mejor dejo de pensar y me vuelvo a Brooklyn pero me he clavado dos medianas y la cabeza me empieza a girar acostumbrada al salón.
Me paseo con el ojo nubladito por la zona y cuando ya no puedo soportar más al tipo que sentado -a unos tres metros escasos a mi derecha- no deja de gesticular y parlotear alone, me levanto y huyo despavorida poseida por Enjuto.
Llego a casa, a casa, caigo en la cama y en pleno e inminente ataque de invisibilidad me atizo otro mazazo en la cabeza en forma de virus zen que me desconecta con inminencia gradual –se ve que necesitaba dormir- hasta que unos contundentes gritos me devuelven abruptos a la vida -a la mañana siguiente- procedentes del salón. Brote tres recién empezado el día, tocatta y fuga.

Mal despertar, oscuro. Me explota en la cara la hiperbólica ficción que pueda ser mi reflejo, todo lo que pasa ante mis ojos me desequilibra...ahhhh!!!
Asumo el brote y lo trato con cariño, toca pelea, exorcismo, revisión...

En caso de, instrucciones a seguir:
1- No Enfadarse si gruño, sólo es un reflejo del caos interno o un posible y temporal cambio de voz.
2- Necesario aislamiento, o estoy en mitad de un ataque agudo de pantojismo o paranoica perdida trato de resolver el enigma de pi, y no hay dios que me aguante.

3- Mi edad mental puede verse ligeramente afectada así que no vendrán mal unas chuches, unos mimos o unas cañas. Si no fuera posible, según el grado de alteración, sirve con una sonrisa.
4- No suele durar más de tres o cuatro días tras los cuales todo lo que baja vuelve a subir, a veces demasiado, extremar las precauciones si salgo a comprar tabaco y tardo más de dos horas en volver.

A todxs las que lo habéis sufrido alguna vez y lo habéis superado, mi más sincera enhorabuena, un abrazo, un besito globo y muchas gracias por la exquisita paciencia...ya sabéis, que salvo estas pequeñas extravagancias, soy una chavala de
lo más normal...

:)

8 comentarios:

Lubna Horizontal dijo...

ay nenita... yo ya tengo un máster en brotelogía, me especialicé contigo pero otras muchas han pasado por el aula para darme la clase magistral (créeme si te digo que no eres la mejor maestra, las hay mucho más patológicas).

al próximo te llevaré al tio vivo del tibidabo y te dejaré ahí dando vueltas un buen rato con un poro en la boca, ya verás como no pasas de la fase 2.

love you love you baby
Diana

Autolísica dijo...

-ia, ia, ia, viva la exaltación de la psicopatología...!!!
Gracias cariño, vos licenciada con honores.
Y que digo yo que lo mismo te van las perturbadas, será por esa mirada loka...
Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
I love u too.

HelenLaFloresta dijo...

jaja...a la que no se brota, se le pudren las raíces.. brotate a gusto, que son dos días...

besazos

ya me terminé el diario de la adolescente... me enamore de esa mina.. quiero mas!!

Anónimo dijo...

Muy bueno...es de lo más normal no te preokupes...yo por lo menos intento no preokuparme por ello...bastante me okupa ya...En ésta escala creo que estoy en el brote 1 camino del 2 no obstante. Salud2

Autolísica dijo...

Anónimo gracias por comentar, si quieres apoyo de una experta podemos compartir, a ver si así no llegas a la fase 3...
devana33@gmail.com
bste

Anónimo dijo...

hola Patriii!!!Soy Sonia, seguro que con eso no te viene nada. Del Begoña, de Revolver,Cambalache,Luis, Tere,Vanesa... de mi casa cuando llegabamos a dormir y mi madre nos sacaba las botas a la terraza!!ya?
Ayer estuve con Tere y Luis y estuvimos preguntandonos que tal estarías y como poder localizarte pues Luis ha perdido tu teléfono. Así que aquí estoy buscándote en el google y menuda alegria encontrarte.!!
Te doy mi correo para que me escribas cuando puedas y nos cuentes que tal estas.
no se si estas viviendo en Barcelona o en Madrid pero nos gustaría poder verte.
muchos besos y que sepas que me acuerdo mogollón de ti y de esas juergas que pasamos los 4 juntos hace ya casi una eternidad.
sonnya111@hotmail.com
UN ABRAZO DE OSO ..)

Autolísica dijo...

ole bonita, como no me voy a acordar...Ahora mismo stoy en viena, la semana que viene cuando vuelva a Bcn te escribo al correo y nos contamos...ke alegria carino
muaaaaaaaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

ok!! escribemé a la vuelta. Espero que estes bien.
muchos besos
sonia