Entre ondas geminadas y sacudidas bastardas sin control
me muerdo el labio y relamo tu presencia
mientras me vibran las manos con estertores mortales
y se me paraliza el sexo.
Maquinas impúdicas embotan mis sentidos
que se estiran como cables huecos
por los que circula mi otro yo,
y corrientes electrocónicas me sacuden los miembros
que se retrotuercen en difíciles marañas
justo cuando siento el primer espasmo de calor.
De afiladas y gélidas lanzas
me cubre el cuerpo una corriente neutrita
que me cosquillea la piel descargando con ira estáticas partículas
que me penetran furiosas.
Me desgarro conexiones del mecanismo reflejo,
tiemblan mis entrañas y mis nervios,
se acelera mi latido y se eleva mi presión.
Electroestática oscilo conectada al esencial retroactivo que posee tu asistencia,
otra descarga y derramo vencida el castigo de la desconexión.
Y me enredo entre las venas de metal que me alimentan,
que me alzan en vilo haciéndome perder el control
y de rabia te escupo dos lágrimas sombrías
mientras se materializa sin pudor
una arrebatada sonrisa en mi rostro que te pertenece.
No recuerdo como llegue a estar atrapada así.
miércoles, 2 de abril de 2008
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