lunes, 1 de diciembre de 2008

SUSI

La primera vez que pisé la Sala Revolver tenía 17 años,
allí estaba ella, tan rubia, tan loca, tan Madonna, tan Alaska,
caí automáticamente rendida a sus pies...
No paré hasta que conseguí sus besos, mmmmmhhhhh, tan guapa....

Hoy me llama una amiga de Madrid y me da la triste noticia,
nuestra verdadera Nancy rubia se arrojó como una diosa por el puente de Segovia hace dos días.
Qué romántico final,
maravillosas vistas desde uno de los lugares favoritos de los suicidas de Madrid,
ni los muros de cristal que pusieron hace años para contener el dolor de los más sensibles han podido frenar tan valiente y triste salto al vacío.

Comprendo y respeto.
También recuerdo....
Y espero que ningún cabrón te obligara a saltar
Un millón de besos sucios.



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