Lunes, cuatro de la tarde. Las últimas semanas han sido turbadoras. Estoy agotada.
Termino de comer y soy incapaz de moverme del sofá, hoy toca peli.
Busco en la sección comedias y me doy de bruces, extrañamente, con un film que lleva orbitando meses a mi alrededor. Preparo un postre cargadito y rico que me relaje y me disocie de la realidad. Le doy al play.
La locura en sus múltiples variantes me acompaña inexorable hace tiempo.
He tratado de sacudírmela de encima, la mía y la de lxs demás, pero la tengo pegada como un moco.
Me burbujea el cerebro sumida en la fábula lisérgica y colorista que está bombardeando mi pupila, inevitable esquizofrenia. Si es qué parezco nueva.
Dulcemente, como si fuese acunada por un cuento de Burton, me empiezo a desestabilizar. Empatizo de inmediato y me confino voyeur en otro hospital mental.
Me alieno intensa inmersa en una lectura diferente de la realidad, como yo misma,
y me fugo con la demencia.
La lógica imperante es una paranoica fantasía que traviesa e inocente envuelve todo,
se me caen lagrimones como puños mientras sonrío. Deliro con tanta belleza...
y empiezo a entender porque mi psiquiatra dice que soy una tía muy rara.
Park Chan-wook, tras golpear duro donde más duele con su trilogía sobre la venganza
me vuelve a dejar pasmada, atónita y mil sinónimos más.
SOY UN CYBORG.
"Todo lo que el mundo no quiere, lo extraño, lo abandonado, lo diferente, va a parar al gran cementerio, al vertedero triste donde nadie se acerca. Lo que no saben es que no es un sitio solitario"
Criatura Maldita, Hideshi Hino.
P.D- Gracias Alfon.
miércoles, 4 de marzo de 2009
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