sábado, 26 de junio de 2010

Orgullo de Guerrera

Antaño las mujeres poseyeron el poder, en la época de las cavernas la vida giraba en torno al misterio del nacimiento y servíamos a diosas madre no a dioses padre.
Así fue durante varios millones de años hasta que los hombres se revelaron para acabar gobernando por la fuerza.
Con el paso del tiempo, y con el fin de acabar con todo lo que recordara el poder obtenido a base de sangre y destrucción, los reinados comenzaron a heredarse de padres a hijos, todos olvidaron el matriarcado.
Cuando los romanos llegaron a Londinium, cuyo núcleo estaría en el actual barrio de King’s Cross, encontraron asentados a los Icenios, un pueblo céltico que vivía en paz bajo el gobierno matriarcal de la reina Boadicea -Buddica- en su trono de Colchester.
Las tropas romanas de ocupación otorgaron cierta independencia a este pueblo, pero la ley romana sólo permitía le herencia a través de la línea paterna, así pues Roma prohibió que la corona de Boadicea fuera heredada por sus hijas. Por supuesto Boadicea se quejó y fue violada y ultrajada junto a sus hijas con desprecio. Grave error.
Reunió a su pueblo, selló una alianza con los Trinobantes y clamando venganza a sus diosas madre se lanzó contra la guarnición de Londinium. Por el camino les salió al paso en Colchester la IX legión romana, de la que se cuenta que no quedó ni un solo hombre vivo. Cuando llegaron a Londres la matanza continuó, no dejando a nadie con vida y arrasando la ciudad hasta sus cimientos, reduciéndola a cenizas y dejando las cloacas llenas de cabezas humeantes, tintando de rojo las aguas del Támesis y dejando un rastro de cenizas, una vena negra y fría en el estrato geológico de Londres como muestra de su ira. En el London Museum hay un trozo de piedra desnuda que representa una sección geológica del suelo que hay debajo de la ciudad, a lo largo de ella hay una franja oscura de media pulgada que representa la rabia incendiaria de Buddica.
Roma se reagrupó y reclamó la ciudad arruinada. La batalla tuvo lugar detrás de lo que hoy es la estación de King’s Cross, finalmente Boadicea y sus hijas murieron - se quitaron la vida antes de que ningún romano lo hiciera por ellas- en Battle Bridge, bajo Parliament Hill, donde antaño los Druidas habían hecho sacrificios a un Sol padre.

En el andén de metro número 10 de King’s Cross es donde, al parecer, se encuentra enterrada la reina junto a sus hijas; los funerales druídicos se extendieron durante días y hay quien afirma que cargaron el lugar de energía para siempre...
Su estatua se encuentra en Westminster Bridge...



Hoy me tiro a la calle no sólo a defender mi sexualidad, mi cuerpo y mi libertad como mortal sino también como guerrera, amazona, libertaria y mujer.
Además estamos de suerte, una enorme luna llena guiará nuestros pasos, el poder femenino, la Diosa Madre, la Reina del Cielo.


P.D- Gracias al Señor Alan Moore por realizar una de las novelas clave en mi existencia, From Hell.



Hala, a guerrear...


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