Bombeo por la ciudad a ritmo impuesto de semáforo.
Huelo como mis camisetas viejas de fiesta, a muerte.
A una señal inesperada saltan por los aires cordura e irreflexión,
atestiguando lo que ni yo misma me quiero creer.
Desprovista de cualquier Fortuna que me quite el miedo impune
me abato desconsolada,
pues no hay sombras de luz en ningún rincón.
Harta de cerrar los ojos vencidos por el castigo de la lucidez tardía
y de palpar solicita cada cuerpo infecto que me mira,
ruedo muerta
y quedo tumbada mirando hacia arriba
imprimiendo mi cerebro imágenes que matan mis sueños
y me atan fuerte las manos para evitar así olvidar
que nada a sido polvo onírico absorbido por mi fosa aséptica.
domingo, 11 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario