Alemania, 1987, tras dos años de largo rodaje, según comenta el propio director cuadrar los horarios de todos los amigos que trabajaron en este proyecto fue complejo, y con un presupuesto mínimo se estrena este maravilloso film automáticamente prohibido en la mitad de los países del mundo.
Como no podía ser menos la influencia de Goethe en esta historia de amor es inefable, un romanticismo desbordado inunda a personajes y espectadores nutrido por una banda sonora gloriosa, del atroz Richard Clayderman adorado por todas nuestras mamis en la época, que a golpe de piano ilustra unas escenas de cama sin igual.
Es el puñetero Werther, sus cuatro estaciones, sus momentos bucólico pastoriles y su sublime autoaniquilación final...
Putrefacción, sangre, necrofilias varias, amor,...y sexo explícito con una Señora dómina, su esclavo y un cadáver pútrido e infecto que tiene por pene la pata de una silla y que se lo monta con la feliz pareja en una orgía de viscosos y repulsivos fluidos absolutamente adorable.
La vi con Pornoterrorista hace 10 años, en casa de Pablo (Bitch Head) que por aquella época vivía en un piso de 20 metros en la calle de la Luna...la vuelvo a ver con ella en Sitges 10 años después y se me vuelve a colgar la misma sonrisa sucia...
Una de mis pelis favoritas...y con ese glorioso final...
miércoles, 22 de octubre de 2008
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