De entre mil sonrisas se me escapa un insignificante espasmo colonial
que hace brotar ríos secos como eructos insondables.
De rabietón salto disparada,
me enfado con la presencia inesperada que eclipsa mi no lucidez
y maldigo mis exiguas oscilaciones exánimes.
Embisto agujetas de colores y me deshago del asunto sin mirar atrás,
voy cerrando puertas.
Y soy yo la que ha de levantarse e irse para evitar el movimiento de masas,
absorbo al respirar y vomito ira…
No hay intervalos variables, ni cúmulos ficticios…
si acaso algo de salvaje energía emulsiva que vierto entre razón y demencia…
Al final lo de siempre,
un montón de sangre seca… y un besazo de carmín en el cuello…
ah!!, y el hongo atómico,
que con el arrebato no concedí treguas y pulse sin más el botón.
Maravilloso, si aparte de mi juicio, sólo se daña algún color.
jueves, 20 de marzo de 2008
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3 comentarios:
un beso arrebatado desde portugal principita :)
qué oscurita eres hija mía!
besitos
de verdad eres única, me encanta lo que escribes, desde hoy te sigo..
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